Familia numerosa, con cinco hijos buscaba convertir una casa antigua de pueblo en un espacio abierto donde convivir toda la familia. Y que este espacio estuviera conectado con el jardín y la piscina.




La vivienda tenía pilares intermedios, dada la longitud de fachada, que se aprovecharon para delimitar la zona de cocina.
Se plantearon grandes ventanales orientados hacia la piscina, para crear la sensación de amplitud que buscaban, dándole al espacio calidez y limpieza.